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CopiadoJulio 30, 2025
¿Experimentas dolor intenso durante tu período menstrual que interfiere con tu vida diaria? La endometriosis podría ser la causa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad benigna afecta aproximadamente a 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo, lo que representa cerca del 10% de este grupo poblacional.
El síntoma más común de la endometriosis es el dolor en la zona pélvica, especialmente durante la menstruación. Además, puedes experimentar fatiga, estreñimiento, hinchazón abdominal o náuseas, particularmente durante tus períodos menstruales.
Si te preguntas cómo saber si tienes endometriosis o buscas entender qué es la endometriosis y por qué se produce, este artículo te proporcionará información completa sobre sus síntomas, causas, diagnóstico y opciones de tratamiento.
Es importante destacar que, aunque la endometriosis es una enfermedad de incidencia creciente, existen múltiples alternativas para manejar esta condición y mejorar tu calidad de vida.
La endometriosis ocurre cuando tejido similar al endometrio (revestimiento interno del útero) crece fuera de él, afectando comúnmente el tejido pélvico, los ovarios y las trompas de Falopio. Este tejido desplazado sigue respondiendo a los cambios hormonales del ciclo menstrual, engrosándose, deshaciéndose y sangrando, pero sin poder salir del cuerpo de forma natural.
Médicamente, la endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica donde las células endometriales funcionantes se implantan fuera de la cavidad uterina. Este tejido mal localizado puede formar desde pequeños implantes superficiales hasta nódulos invasivos y quistes llamados endometriomas.
En casos menos frecuentes, puede encontrarse en intestinos, vejiga, uréteres o cicatrices quirúrgicas. Excepcionalmente, puede aparecer en lugares distantes como pulmones, pleura y pericardio.
Reconocer los síntomas de la endometriosis puede ser crucial para un diagnóstico temprano. Esta enfermedad se manifiesta de formas diversas y con intensidad variable según cada mujer. Los síntomas más comunes son:
El dolor pélvico, especialmente durante la menstruación (dismenorrea), es el síntoma más común de la endometriosis. Este no es un dolor menstrual normal - es intenso, puede comenzar antes del período y prolongarse después de finalizado.
La dismenorrea en la endometriosis suele ser secundaria, apareciendo más tarde que los primeros ciclos menstruales y empeorando con el tiempo. Un dato importante: los calambres menstruales normales deberían ser tolerables y no impedir tus actividades cotidianas.
La dispareunia (dolor durante o después del coito) afecta a las mujeres con endometriosis, ya que durante la penetración puede presionar zonas afectadas como ovarios, techo vaginal y ligamentos uterosacros.
Particularmente, la dispareunia profunda se debe a lesiones endometriósicas en el fondo de saco rectouterino. Recuerda: no es normal sentir dolor durante las relaciones sexuales.
Los síntomas gastrointestinales incluyen dolor al defecar (disquecia), estreñimiento, diarrea o síndrome de intestino irritable. Además, puedes experimentar dolor al orinar, problemas miccionales o incluso sangre en la orina. Estos síntomas suelen intensificarse durante el período menstrual.
La fatiga crónica es un síntoma frecuente que afecta significativamente la calidad de vida. También pueden presentarse náuseas, hinchazón abdominal y mareos.
En el aspecto emocional, según un estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las mujeres con endometriosis tienen un 40% más de probabilidad de desarrollar depresión y ansiedad, experimentando además enojo, tristeza, estrés y sentimientos de soledad.
En resumen, debes sospechar de endometriosis si presentas:
La endometriosis puede ser imprecisa en su presentación. Sin embargo, a medida que avanza, los síntomas se vuelven más frecuentes e intensos. Si identificas estas señales, consulta con un especialista en Ginecología y obstetricia para un diagnóstico adecuado.
A pesar de décadas de investigación, los científicos aún no han identificado una única causa definitiva para la endometriosis. No obstante, existen varias teorías que intentan explicar este enigmático trastorno. Las principales son:
Existe un componente hereditario significativo. Las mujeres con familiares de primer grado afectados tienen un riesgo 5 a 8 veces mayor de desarrollar la enfermedad. Estudios colaborativos han identificado regiones de susceptibilidad en los cromosomas 7 y 10.
Respecto a los factores hormonales, la endometriosis depende principalmente de los estrógenos, que aumentan la inflamación y el dolor. Además, se ha detectado resistencia a la progesterona en el tejido endometrial afectado.
El sistema inmunológico también juega un papel crucial. Una posible deficiencia inmunitaria impediría reconocer como extrañas las células endometriales fuera del útero. Asimismo, la enfermedad se asocia con otras condiciones autoinmunes como tiroiditis, enfermedad de Crohn y artritis reumatoide.
La endometriosis resulta de una combinación de factores diversos, entre los cuales se encuentran:
Según su localización, la endometriosis se clasifica en:
Respecto a su gravedad, se clasifica en cuatro grados, desde mínima (implantes aislados) hasta severa (implantes múltiples, profundos y grandes endometriomas).
El diagnóstico de la endometriosis suele ser un proceso complejo que puede tardar entre 7 y 10 años desde la aparición de los primeros síntomas. Este retraso diagnóstico afecta significativamente la calidad de vida de muchas mujeres que sufren en silencio.
El primer paso para diagnosticar la endometriosis es una evaluación clínica detallada. Tu ginecólogo realizará un examen pélvico completo buscando signos como dolor al palpar el fondo de la vagina, nódulos dolorosos, masas en trompas u ovarios, o desplazamiento lateral del cuello uterino.
Ante la sospecha clínica de endometriosis, se realizará una ecografía transvaginal para poder identificar un endometrioma. Se recomienda complementar con una ecografía transvaginal especializada o mapeo ecográfico para endometriosis pélvica profunda, realizado por ecografista experto, para evaluar compromiso de otras estructuras pélvicas y planificar el manejo adecuado.
Por su parte, la resonancia magnética (RM) ofrece una evaluación más precisa, especialmente en endometriosis pélvica profunda. Su sensibilidad, especificidad y exactitud para diagnosticar endometriomas alcanza 90%, 98% y 96% respectivamente. Además, permite identificar complicaciones como estenosis ureteral o infiltración del intestino.
Asimismo, la laparoscopia sigue siendo el estándar de referencia para el diagnóstico definitivo. Durante este procedimiento quirúrgico, realizado bajo anestesia general, se introduce una cámara por una pequeña incisión abdominal que permite visualizar directamente los implantes endometriales.
Si quieres un diagnóstico preciso, considera reservar una cita en la especialidad de Ginecología y obstetricia de Clínica Stella Maris, donde encontrarás especialistas experimentados en esta enfermedad.
Actualmente no existe cura para la endometriosis, pero hay tratamientos efectivos para controlar los síntomas. Las principales opciones de tratamiento incluyen:
Aunque actualmente no existe una forma comprobada de prevenir la endometriosis, existen estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollarla o minimizar sus síntomas.
Por ejemplo, puedes reducir las posibilidades de desarrollar endometriosis manteniendo bajos los niveles de estrógeno en tu cuerpo. El estrógeno ayuda a engrosar las paredes del útero durante el ciclo menstrual, por lo que controlarlo puede ser beneficioso.
Para mantener niveles bajos de estrógeno, considera estas acciones:
Por otra parte, algunos factores que parecen ofrecer protección incluyen múltiples nacimientos, lactancia prolongada y menarca tardía. Además, el uso prolongado de anticonceptivos orales en baja dosis ha mostrado efectos protectores.
Es importante recordar que mejorar los conocimientos sobre la enfermedad y obtener un diagnóstico temprano puede ralentizar o detener su evolución natural.
Una dieta saludable rica en fibra, hierro y Omega 3 también puede ayudar a reducir la inflamación asociada con la endometriosis. Asimismo, manejar adecuadamente el estrés podría tener un impacto positivo, pues el estrés crónico puede afectar al sistema inmunológico.
En definitiva, aunque no podemos prevenir completamente la endometriosis, estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Las dudas sobre la endometriosis son habituales, especialmente considerando la cantidad de información confusa que circula. Veamos algunas de las preguntas más frecuentes:
La endometriosis no es inmediatamente peligrosa para la vida. Sin embargo, aunque es una enfermedad benigna, puede tener consecuencias significativas para la salud. Sin tratamiento, esta afección puede causar dolor crónico incapacitante, infertilidad, adherencias y daño orgánico. Además, la inflamación crónica asociada puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y autoinmunes.
Ciertamente, muchas mujeres con endometriosis pueden concebir sin problemas. Entre el 50-70% de las pacientes con esta condición logran el embarazo sin complicaciones. No obstante, entre el 30% y el 50% de quienes padecen endometriosis presentarán dificultades para ser madres de manera natural.
La endometriosis puede afectar la fertilidad por varias razones: alteración de la relación anatómica entre ovarios y trompas de Falopio, disminución de la reserva ovárica o deterioro de la calidad ovocitaria. En casos graves, incluso podría producirse un bloqueo en las trompas.
No, la endometriosis no es cáncer. Se trata de una enfermedad proliferativa y benigna, aunque puede ser altamente destructiva para el aparato reproductor. Por ello, cada paciente debe mantener comunicación con su médico sobre cualquier cambio en sus síntomas.
A pesar de la similitud en sus nombres, son dos patologías completamente distintas. La endometriosis ocurre cuando el tejido endometrial crece fuera del útero, habitualmente en ovarios, trompas o peritoneo. Sus causas son desconocidas y no tiene un tratamiento definitivo.
Por otro lado, la endometritis es simplemente la inflamación del endometrio, generalmente causada por una infección. Suele aparecer después del parto, tras un aborto o después de procedimientos médicos como biopsias. Se trata habitualmente con antibióticos.
Como ves, la endometriosis representa una realidad compleja para millones de mujeres en todo el mundo. Ciertamente, esta condición inflamatoria crónica puede afectar significativamente tu calidad de vida si no recibes atención médica adecuada.
Si tienes antecedentes familiares de endometriosis o experimentas síntomas sospechosos, te recomendamos reservar una cita en la especialidad de Ginecología y obstetricia de Clínica Stella Maris para una evaluación personalizada. El conocimiento es tu mejor herramienta para enfrentar esta condición y tomar control de tu salud reproductiva.
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