10 Cuidados del adulto mayor en el hogar

En el Perú, más de 5 millones de personas superan los 60 años, lo que equivale al 13.6% de la población, según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Los cuidados de los adultos mayores son hoy una prioridad, más aún considerando que esta cifra podría duplicarse para el año 2050. 

A partir de los 60 años, es frecuente enfrentar pérdida de audición, visión y movilidad, así como demencia, depresión y enfermedades crónicas. Aun con estas necesidades, muchos adultos mayores no reciben la atención adecuada.

Es importante destacar que la mayoría de los cuidados de salud en el hogar son brindados por familiares, quienes asumen la responsabilidad del bienestar físico, emocional y social de sus seres queridos. Por esta razón, conocer los cuidados básicos del adulto mayor en el hogar resulta esencial para garantizar su calidad de vida.

En esta guía, exploraremos 10 cuidados de la salud del adulto mayor en casa, desde la alimentación y la higiene personal hasta el apoyo emocional y la prevención de accidentes. Estos consejos te ayudarán a proporcionar una atención integral y a enfrentar los desafíos diarios que conlleva el cuidado de un adulto mayor.

¿Quién es un adulto mayor y por qué necesita cuidados especiales?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas legislaciones nacionales, se considera adulto mayor a toda persona que tiene 60 años o más de edad. Esta definición es ampliamente aceptada en países como Perú, donde la legislación nacional también establece los 60 años como el umbral para considerar a alguien como adulto mayor.

Con el envejecimiento, se experimenta fisiológicamente un declive progresivo en las funciones orgánicas y psicológicas, lo que hace a las personas de edad avanzada más vulnerables a diversas enfermedades.

En ese sentido, los adultos mayores necesitan cuidados especiales ya que el proceso de envejecimiento conlleva cambios importantes que afectan la autonomía y calidad de vida. Esto hace que frecuentemente tengan múltiples padecimientos, tomen varios medicamentos y requieran más interacción con los proveedores de salud.

Además, es fundamental entender que el envejecimiento no afecta a todos los órganos por igual. Por tanto, no todos los adultos mayores tienen las mismas necesidades de cuidado, aunque compartan la misma edad cronológica.

En resumen, los adultos mayores necesitan cuidados especiales debido a las múltiples transformaciones físicas, psicológicas y sociales que experimentan durante el proceso de envejecimiento. Estos cuidados deben ser personalizados según su nivel de funcionalidad y autonomía, abarcando todos los aspectos de su bienestar para garantizar una vida digna y satisfactoria en esta etapa tan importante del ciclo vital.

Importancia del cuidado del adulto mayor

El cuidado adecuado de los adultos mayores representa un desafío cada vez más relevante en la sociedad, donde el envejecimiento poblacional se ha intensificado notablemente. Este fenómeno social no solo implica una atención básica, sino un compromiso integral con el bienestar de quienes han alcanzado esta etapa de la vida.

Por ello, es cada vez más notable, la relevancia de los servicios de cuidado para adultos mayores se ha intensificado considerablemente. Estos servicios no se limitan únicamente a aspectos físicos como la nutrición o la prevención de problemas de salud, sino que también abarcan el cuidado integral del adulto mayor.

El cuidado en el hogar es importante porque permite que los adultos mayores permanezcan en un entorno conocido y cómodo, aspecto crucial para su bienestar mental y emocional. Esta modalidad no solo mejora su calidad de vida, sino que también ofrece a las familias la tranquilidad de saber que sus seres queridos están recibiendo la atención necesaria.

La soledad y el aislamiento social constituyen factores de riesgo clave para las afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida. Este problema afecta a cerca de una cuarta parte de las personas mayores, provocando consecuencias negativas en su bienestar general. Por tanto, el componente social del cuidado adquiere una relevancia extraordinaria.

En esa misma línea, la atención gerontológica actual requiere planificar e implementar servicios especializados que ofrezcan respuestas efectivas a los desafíos del envejecimiento poblacional. Esto incluye atender adultos mayores longevos con limitaciones funcionales, enfermedades crónicas no transmisibles, mayor riesgo de fragilidad y resultados adversos para la salud.

¿Cómo debe ser el cuidado del adulto mayor?

El adecuado cuidado de los adultos mayores requiere un enfoque integral que considere sus necesidades específicas y respete su dignidad. Esto incluye los siguientes aspectos:

Cuidados físicos del adulto mayor

En el plano físico, los cuidados incluyen la higiene personal, administración y control de medicamentos, alimentación, hidratación, cuidado de la piel, movilidad y prevención de caídas. Estas necesidades básicas son fundamentales para mantener la salud y prevenir complicaciones.

Cuidado emocional del adulto mayor​

El bienestar emocional es igualmente importante en la vejez como en cualquier otra etapa de la vida. El plano psicológico abarca la estimulación psicoemocional, la observación de cambios en conductas habituales y estados de ánimo, así como la valoración de la calidad del sueño. 

Mantener la salud mental es tan importante como la física, especialmente considerando que problemas como la depresión y la demencia son comunes en esta etapa.

Cuidado social del adulto mayor

En el ámbito social, es crucial incentivar relaciones sanas y activas, fomentar la participación y estimulación, favorecer la autonomía y respetar las costumbres y gustos personales. El aislamiento social puede tener efectos devastadores en la salud general del adulto mayor, por lo que mantener una red de apoyo es esencial.

En ese sentido, el cuidado del adulto mayor debe verse como un proceso continuo de colaboración entre profesionales, familiares y el propio adulto mayor, adaptado a sus necesidades cambiantes y orientado siempre a maximizar su independencia, dignidad y calidad de vida. Solo a través de este enfoque integral se podrá garantizar un envejecimiento verdaderamente saludable y satisfactorio.

10 cuidados del adulto mayor en el hogar

Proporcionar cuidados adecuados a los adultos mayores en el entorno familiar requiere conocimientos específicos y dedicación. Una atención integral no solo mejora su calidad de vida, sino que también previene complicaciones de salud y fortalece los vínculos familiares. 

A continuación, presentamos 10 aspectos fundamentales para brindar una atención óptima a las personas mayores en casa.

1. Establecer una rutina diaria organizada

Las rutinas diarias proporcionan estructura y previsibilidad, elementos fundamentales para la estabilidad emocional de los adultos mayores. Además que ayuda a quienes tienen problemas de memoria a recordar sus actividades.

Entre los beneficios de mantener una rutina estructurada destacan la reducción de la ansiedad, mejor calidad de sueño y fomento de la autonomía. Es importante fijar horarios para actividades como comidas, medicamentos, ejercicios y descanso.

Asimismo, involucrar al adulto mayor en la planificación de estas actividades fortalece su sentido de independencia y control sobre su vida.

2. Mantener una higiene personal adecuada

La higiene adecuada no solo implica limpieza, también está directamente relacionada con la salud física y mental del adulto mayor. Una buena higiene previene enfermedades e infecciones, aumenta la autoestima y mejora el estado de ánimo. Para garantizarla, es recomendable establecer rutinas que incluyan:

• Duchas o baños al menos tres veces por semana usando productos neutros.
• Limpieza bucal después de cada comida, empleando pasta dental con flúor.
• Lavado y secado cuidadoso de la piel, prestando atención especial a los pliegues.

Para personas con movilidad reducida, es fundamental adaptar el baño con elementos de seguridad como barras de agarre o asientos de ducha, y mantener una comunicación constante durante el proceso, explicando cada acción que realizamos.

3. Alimentación equilibrada y adaptada

El estado nutricional en las personas adultas mayores está directamente relacionado con el proceso de envejecimiento y con los hábitos alimenticios mantenidos a lo largo de la vida. Una alimentación adecuada debe incluir por lo menos un alimento de cada grupo en las tres comidas principales, con énfasis en frutas y verduras, cereales integrales, y proteínas de calidad.

Se recomienda reducir el consumo de grasas, azúcares y sal, así como mantener una hidratación adecuada. Para adultos mayores con dificultades para masticar, adaptar la textura de los alimentos sin sacrificar su valor nutricional es esencial. Las comidas deben realizarse en un ambiente tranquilo y, preferentemente, en compañía.

4. Hidratación constante y controlada

La adecuada hidratación es vital para los adultos mayores, quienes son más propensos a la deshidratación debido a cambios fisiológicos como la disminución de la percepción de sed. El agua representa cerca del 60% del peso corporal y es esencial para múltiples funciones.

Las necesidades básicas de consumo de agua en personas mayores se calculan entre 2.5 y 2.75 litros al día, equivalente a 8-10 vasos diarios. Para mantener una buena hidratación, se recomienda ingerir líquidos regularmente aunque no se tenga sed, consumir frutas y verduras con alto contenido de agua, y acompañar los medicamentos con al menos 180 ml de agua.

5. Actividad física segura y regular

El ejercicio físico es esencial para mantener su autonomía y prevenir problemas de salud. Los adultos mayores que son inactivos pierden capacidad física en cuatro áreas esenciales: resistencia, fortalecimiento, equilibrio y flexibilidad. La actividad física regular previene enfermedades crónicas, mejora la capacidad cardiovascular y contribuye a mantener una buena masa muscular.

Se recomienda realizar ejercicios aeróbicos de intensidad moderada durante al menos 30 minutos diarios, combinados con actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana. Ejemplos de actividades adecuadas incluyen caminatas, natación, tai chi o yoga, siempre adaptadas a las capacidades individuales.

6. Estimulación cognitiva y mental

La estimulación cognitiva agrupa técnicas y estrategias que optimizan el funcionamiento de las distintas capacidades mentales. En adultos mayores, permite mantener y potenciar habilidades como el procesamiento auditivo y visual, velocidad de procesamiento, memoria y razonamiento.

La reserva cognitiva de cada persona está directamente relacionada con el nivel educativo y el grado de estimulación cognitiva a lo largo de la vida. Actividades como juegos de mesa, crucigramas, sudokus, lectura diaria o aprender nuevas habilidades mantienen la mente activa y previenen el deterioro cognitivo.

7. Prevención de caídas y accidentes en el hogar

Las caídas representan una de las principales causas de lesiones en adultos mayores y pueden ocasionar lesiones graves como fracturas o traumatismos craneales.

Para prevenir caídas, es recomendable adaptar el hogar eliminando obstáculos en los pasillos, asegurando alfombras sueltas, instalando iluminación adecuada y barras de apoyo en baños y escaleras. También es importante usar calzado adecuado con suelas antideslizantes y mantener un programa de ejercicios enfocado en fortalecer las piernas y mejorar el equilibrio.

8. Control de medicamentos y seguimiento médico

El uso adecuado de medicamentos contribuye a prolongar la vida y preservar la salud de las personas mayores, pero tomarlos incorrectamente puede ser peligroso. Es fundamental informar al médico de todas las medicinas que se toman, incluyendo suplementos y productos de venta libre.

Se recomienda mantener una lista actualizada de medicamentos, crear un sistema de organización usando calendarios o pastilleros, y seguir estrictamente las indicaciones médicas. Si presenta efectos secundarios, debe anotarlos para reportarlos con precisión al médico. Nunca deje de tomar un medicamento sin consulta previa, y evite compartir fármacos entre personas.

9. Cuidado emocional y social del adulto mayor

El aislamiento social y la soledad constituyen factores que ponen en riesgo su salud mental. Las actividades sociales fructíferas mejoran considerablemente la salud mental, la satisfacción con la vida y reducen los síntomas depresivos.

Para fomentar el bienestar emocional, es importante promover interacciones sociales regulares a través de visitas familiares, llamadas telefónicas o participación en actividades comunitarias. Las intervenciones efectivas incluyen iniciativas de amistad, grupos comunitarios, formación en habilidades sociales, grupos de artes creativas y programas de voluntariado.

10. Apoyo familiar y rol del cuidador

Las familias son el espacio ideal para atender las necesidades de los adultos mayores, siendo el mejor entorno para envejecer con dignidad. Sin embargo, el cuidado de un adulto mayor puede ser física y emocionalmente exigente.

Para evitar el agotamiento, los cuidadores deben ocuparse de sus propias necesidades físicas y emocionales, solicitar ayuda de otros familiares cuando sea necesario, y buscar grupos externos de apoyo.

¡Complementa los cuidados del adulto mayor en Clínica Stella Maris!

El cuidado del adulto mayor representa, sin duda, uno de los mayores desafíos y a la vez oportunidades que enfrentamos como sociedad y como familias. Al implementar los 10 cuidados fundamentales mencionados anteriormente, conseguirás mejorar significativamente la calidad de vida de tu ser querido mientras preservas su dignidad y autonomía.

Si estás buscando asesoría profesional para el cuidado de tu ser querido, te recomendamos reservar una cita en la especialidad de Geriatría de Clínica Stella Maris, donde recibirán orientación especializada sobre el manejo integral del adulto mayor y soluciones personalizadas para cada individuo.

Cuidar a un adulto mayor requiere paciencia, conocimiento y dedicación, pero también es una oportunidad para fortalecer lazos y ofrecer una vejez digna y feliz a tus seres queridos.